sábado, 30 de junio de 2012

Bahia Yalong (Sanya)


yalong5 La bahía de Yalong, una playa paradisíaca en China
Aunque cueste creerlo, la de la imagen no es una playa del Caribe, ni de Tahití, ni siquiera de las bellísimas playas de las islas mediterráneas… Se trata de la bahía de Yalong (o Yalong Bay), ubicada nada más y nada menos que en China. ¿Nunca lo hubieses dicho, eh?
yalong41 La bahía de Yalong, una playa paradisíaca en China
Enmarcada por un conjunto de montañas de la más verde y pura naturaleza típica del país, Yalong Bay es un destino de playa de altura muy poco conocido en el mundo occidental. Y sinceramente no alcanzamos a entender porqué, pues sus aguas son tan claras y cristalinas como las de cualquier destino idílico de postal que hayas podido ver, y la arena en toda la costa de medialuna tan suave y fina como la de cualquier playa caribeña.
Como ves poco tiene que envidiar a ninguna otra playa, pues además de ser perfecta para los que quieran unas vacaciones tranquilas de sol y playa es también ideal para los amantes de lasactividades para conocer e interactuar con la naturaleza, que podrán disfrutar del increíbleespectáculo submarino de corales y especies tropicales de peces de múltiples variedades y colores, así como de largas jornadas de excursiones por la Butterfly Valley (‘Valle Mariposa’ sería su traducción al español).
yalong2 La bahía de Yalong, una playa paradisíaca en China
Además de su espectacular paisaje esta playa de la provincia de Hainan tiene un increíble clima alrededor de los 25 grados durante todo el año, que también podrás disfrutar si prefieres pasar tus días en la turística ciudad vacacional de Sayna, que se encuentra a sólo 25 quilómetros de Yalong.
A pesar de que conserva toda su belleza natural, en el entorno de la bahía podrás encontrar una enorme oferta hotelera tanto de lujosos resorts como de alojamientos más moderados para permitir que cualquiera pueda disfrutar de semejante destino.

La Bahía Yalong está 28 kilómetros al sureste de la ciudad Sanya, tiene una longitud de 7.5 kilómetros. Con forma de media luna,es el enclave turístico de Sanya, siendo un paraje natural protegido que preserva la riqueza natural de la isla de Hainan, al sur de China.
La apacible bahía Yalong tiene muy cerca de su lado norte una montaña, cuyas laderas poco empinadas están cubiertas por una exuberante vegetación. Frondosas plantas verdes y amarillas crecen humildemente manteniendo sus tallos bajos en señal de sumisión a las frecuentes y feroces visitas de los tifones. Al pie de la montaña se extiende una amplia llanura, también verde y abundante, gracias al excelente clima. Ocultas entre el verde de la vegetación se encuentran los aleros curvados hacia arriba y las vigas pintadas de varios hoteles de lujo. A un lado aparece la bahía Yalong,en forma de media luna.
El sur de la bahía está dotado con tres islotes llamados, de este a oeste, Yezhu, Dongpai y Xipai. Son pequeños y crean una línea de protección para la apacible bahía contra el fuerte oleaje. La bahía abarca un total de 66 kilómetros cuadrados, nueve de ellos ocupados por corales. El agua del mar es tan clara que las personas pueden ver a través de sus aguas sin problemas hasta una profundidad de 10 metros y observar los peces tropicales de todos los tamaños y colores que nadan a través de las barreras coralinas.
Yalong no es el nombre original.Los miembros de la etnia local li la nombraron inicialmente "Yalang". Mucho tiempo después, se originó una pequeña aldea alrededor de la bahía, donde la gente vivió una vida placentera hasta que esa paz fue perturbada por la llegada de monstruos marinos que saquearon la aldea. Asesinaron personas,secuestraron a las mujeres y robaron el ganado. Uno de los aldeanos juró echar a los monstruos, y se fue a practicar artes marciales en lo intrincado de las montañas durante nueve años y nueve días. Después regresó a casa con un grupo de fuertes bestias que había entrenado. Al escuchar la noticia, los monstruos se asustaron tanto que no se atrevieron a regresar jamás.
Actualmente, la bahía es famosa por su gran extensión, sus apacibles olas, su aire fresco y,particularmente, su fina arena blanca.Durante cientos de años, su playa creciente, que abarca ocho kilómetros de este a oeste, ha recreado los ojos y ha llenado de aire fresco los pulmones de personas de todas partes. La transparencia, el valor de PH y el oxígeno disuelto en el agua son todos de los más altos estándares. Nada puede ocultarse en tan pura agua. Cuando entras al agua puedes ver las uñas de los pies como conchas en la arena

viernes, 29 de junio de 2012

Montaña Emei (Chengdu)




La Montaña Emei, conocida en chino como Emeisha, es una de las cuatro montañas de China sagradas para el budismo. A 150 kilómetros de Chengdu, son unos montes cubiertos de variada vegetación, donde crecen abundantes plantas medicinales y es famosa no sólo por su bonito paisaje, sino también por la aparición del sol, un mar de nubes, el esplendor budista y su farol sagrado.

El templo Baoguo representa la entrada a la montaña Emei. Fue construido por el taoísta Ming Guang. Su nombre original fue Salón Hui Zong, que significa el salón donde se unen el confucianismo, el budismo y el taoísmo. Todas esas religiones pueden considerar a la majestuosa Emei como su hogar espiritual, donde se unen como una sola. Los visitantes no pueden hacer otra cosa que ensalzar su grandeza. 
 
Más adelante se encuentra la Gruta Bailongtong y tras recorrer media hora más de marcha, nos encontramos el Monasterio Wannian, que fue el primer templo que se construye en esta montaña. En este templo se encuentra una célebre imagen de bronce dorado del bodhissatva Puxian. Con un peso de unas setenta toneladas, fue fundida en el año 960. En este templo se conservan las sutras de hojas de pattra, la reliquia de un diente del Buda y un sello imperial, todo ello es honrado por los budistas como los tres tesoros budistas de Emei. 
Al caminar desde el templo Wannian hasta el Pabellón Qingyin, se siente como si se estuviese en un mundo puro y vaco. Discurren arroyos de corrientes suaves a ambos lados y dos pequeños puentes conectan este lugar de reunión. Emei es tan inmensa que hasta esta sola sección parece abarcar todo un universo. Se escucha el cantar de los pájaros, se siente en el rostro las ráfagas de la brisa, los manantiales emanan a borbotones y las hojas caen. Su belleza es tan simple que es muy difícil describirlo con palabras.

Otros templos son: el Tempo Fuhu, el Pabellón Qingyin, la Plataforma Hongchun, etc. Estos lugares situados a diferentes altitudes, tienen climas también diferentes. La temperatura en la cima de la montaña es 15 grados Celsius inferior a la que se observa al pie de la montaña. Por esta diferencia de temperatura, la Montaña Emei da vida a más de 3000 variedades de plantas y a muchas especies de animales. Por lo tanto, la Montaña Emei también es llamada Museo de la Naturaleza


Hace más de 1 600 años, un bonzo de la India, escaló la más alta cumbre de la montaña Emei. Sorprendido ante la belleza e imponencia de sus paisajes, dijo que esta montaña era “la primera de China".
Lo es, en verdad. Se eleva, como un immensa pantalla verde esmeralda, al sudoeste de la llanura de Chengdu. Su contorno, que se dibuja en el horizonte, evoca el rostro y las finas cejas de una doncella. De ahí le viene el nombre de Emei. Comprende cuatro cimas contiguas: Da’e, Er’e, San’e y Si’e, y unidas a la montaña Qionglai, una de las cadenas del Kunlun, se extiende sobre 200 km. La montaña Da’e, que comprende en sí misma muchos picos exóticos y sitios magníficos, es la más visitada.
El punto culminante –el pico Wanfo-, que domina a 3 099 m de altitud, es mucho más elevado que las cinco célebres montañas sagradas de China (Taishan, en Shandong; Hengshan, en Hunan; Huashan, en Shaanxi; Hengshan, en Henan) La montaña Emei agwpa numerosas crestas escarpadas, abruptos acantilados, desfiladeros profundos, hermosas cascadas e impetuosos torrentes. Dotada de clima cálido y húmedo, está constantemente velada por brumas y las precipitaciones son muy abundantes, En primavera y verano se ve por todas partes una lujuriante vegetación y laderas llenas de flores que se abren.


Letrados de diferentes épocas dejaron buen número de poemas e inscripciones, que tienen por tema los bellos paisajes de esta montaña. Un poeta de la dinastía Ming (1368-1644) escribió: “La montaña Emei se eleva sobre un inmenso mar de nubes; los pájaros vuelan entre las crestas, haciendo mil virajes y las cimas perforan las nubes evocando receptáculos de verdes lotos". Sintetizó así las características de su majestuosidad, su belleza y su quietud.
El halo por encima de la “Cumbre Dorada" es una de las diez maravillas de la montaña Emei. Los budistas estimaban que estos resplandores emanaban de la frente de Buda. En realidad, se trata de la refracción de la luz solar. Algunas veces los transeúntes ven, al desplazarse por allí, sus propias siluetas en el anillo luminoso de diversos colores.
Este raro fenómeno natural atrae la curiosidad de numerosas gentes. En el pasado este fenómeno meteorológico estaba rodeado de misterio. Por ello, subir a la Cima Dorada y visitar la montaña Emei y ver el halo budista, era considerado motivo de suprema felicidad.
La montaña Emei con la Wutai, en Shanxi; las Putuo, en Zhejiang, y Jiugua, en Anhui, son las cuatro célebres montañas budistas de China. Según una leyenda, son los lugares donde cuatro bodhisattvas predicaron su doctrina.


En cuanto a la montaña Emei, era la esfera de actividad de Samantabhadra. Al comienzo, coexistían allí el budismo y el taoísmo. Ya en los primeros años de los Han del Este (25-220), los monjes se instalaron en una casa abandonada por un recolector de hierbas medicinales. Bajo las dinastías Jin, Tang, Song, Ming y Qing, se edificaron sucesivamente más de 200 templos o monasterios sobre una área montañosa de 50 km. Los habitaban millares de monjes. Con la declinación del taoísmo, la montaña Emei devino centro exclusivo del budismo.

jueves, 28 de junio de 2012

Jiuzhaigou (Chengdu)

Mucho tiempo atrás, el dios Dago estaba perdidamente enamorado de Wolo Semo, diosa muy bella, y le regaló un espejo que había bruñido haciendo uno del viento y la luna. Pero debido a la intromisión de un diantre, se le deslizó de la mano y se rompió contra el suelo, convirtiéndose en 114 lagos espejeantes, como joyas incrustadas en las montañas y los bosques. De ahí la hondonada de ensueño Jiuzhaigou, como de los cuentos de hadas. ¡Pero qué tan hermosa es la historia!
Jiuzhaigou, localizada en el distrito homónimo en la prefectura autónoma de las etnias tibetana y qiang de Aba, provincia de Sichuan y a más de 400 km de Chengdu, capital de la provincia, ostenta la geomorfía de lagos represados de carbonato en valles de entre montañas, debe su nombre a las nueve aldeas de tibetanos asentadas en el lugar y ocupa una superficie aproximada de 620 km cuadrados. La mayoría de los sitios de interés se hallan en las tres cañadas principales de forma “Y”. Algunos visitantes resumen el paisaje en cinco maravillas: lagos esmeraldinos, cataratas montañas unas sobre otras, bosques multicromos, picos nevados y encanto tibetano.
Para llegar se viaja a Chengdu por avión y luego se toma otro vuelo de 40 minutos con destino al aeropuerto Jiuhuang. A la entrada de Jiuzhaigou se monta al tren de protección ambiental para subir por una carretera de montaña sinuosa. Se escucha el tintinear de los arroyos y el retumbar de las cascadas. Rodeado de agua, el turista siente el alma en proceso de depuración.
Los lagos son una sorpresa de belleza: El Laohuhai y el Xiniuhai son ondeantes y diáfanos; el Gongzhuhai, tierno, apacible y atractivo; el Huohuahai y el Wuhuahai son los más peculiares, pues cuando la luz del sol naciente da en sus aguas se despiden destellos llameantes.
El lago Wuhuahai embelesa en particular aunque no grande ni amplio. Sus aguas son tan claras que permiten ver las ramas de árbol rotas en el fondo, algunas de éstas parecen santateresas cazando a cigarras, y otras como bosques. Lo más inconcebible es que las aguas tienen colores distintos. Viendo desde sitios diferentes, pueden ser azules, verdes, violetas, etc.
A diferencia del Wuhuahai, el Xiongmaohai, el Jianzhuhai y el Jinghai son amplios, sus superficies son tan quietas como las de mesas de mármol, sus aguas tan cristalinas como espejos, que reflejan las nubes blancas y montañas verdes. Escudriñándolas abajo, se admiran el cielo y las montañas invertidos. Es un milagro ver nubes y pájaros volando en el agua. La diferencia entre el mundo real y el virtual existe sólo en las posturas de las montañas en las riberas y sus imágenes en los lagos.
La catarata del lago Xiongmaohai es espectacular, de mayor altura de caída en Jiuzhaigou. Su torrente se precipita desde los barrancos cual un enorme lienzo de pintura saltante, vigoroso y apasionante. Sólo allí uno vive en persona la escena de un “río de plata atronador cayendo del cielo”. Cabría decir que difícilmente se puede imaginar que el agua, tan amorosa y tan insinuante, es capaz de producir ruidos tan ensordecedores.
La playa Zhenzhutan es un mundo de piedras, corrientes y bosques. Cuando el agua verde bajado del firmamento se resbala arrebatadamente por encima de los millares de guijas tan hermosas como perlas engastadas en la falda de la catarata, se salpica de mil maneras lanzando destellos fascinantes bajo el sol.
No será en balde ponerse al lado de una roca para apreciar el panorama con detenimiento: el cielo azul y las nubes blancas, las montañas en la lejanía y los árboles cercanos, invertidos en aguas diáfanas; los lagos aquí y allá engarzados como brillantes por la Providencia en la tierra limpia, rivalizando en esplendor y hechizando al visitante, y rodeados de árboles viejos y flores raras como encajes de atractivos distintos, al igual que un grupo de muchachas tiernas compitiendo en belleza y conviviendo en paz.
No corre riesgo de exageración afirmar que estar en Jiuzhaigou es vivir un sueño. Ya mirando arriba o abajo, a la izquierda o a la derecha, hay paisaje bello por todas partes. La verdad es que “cuando uno camina por allí, está viajando a través de una pintura".

miércoles, 27 de junio de 2012

La Montaña Emeishan y el Gran Buda en Leshan (Chengdu)


El Gran Buda en Leshan forma parte inseparable de la zona del pintoresco paisaje de Emeishan. El Gran Buda se encuentra en la Montaña Linheshan, donde convergen los ríos Mingjiang, Qingyi y Daduhe. Esta hermosa escultura comenzó a tallarse en la montaña en el año 713 con el fin de atemorizar al demonio del agua, obra que fue concluida 90 años después.
La Montaña Emeishan, situada en el suroeste de la provinca de Sichuan, oeste de China, ha adquirido mucha fama en nuestro país por sus hermosos paisajes naturales, milanaria cultura budista, exuberante flora y fauna, así como otros importantes recursos naturales, muy particularmente relacionados a la geología y geomorfía, por lo que la han bautizado con diferentes calificativos, como “reino budista”, “paraíso animal”, “museo geológico”, entre otros.
En la siempre verde montaña de una topografía muy especial, abundan las precipitaciones y varía mucho el clima, creando así excelentes condiciones para el crecimiento y la multiplicación de las diferentes especies vegetales. Por lo tanto, en una área de algo más de 100 kilómetros cuadrados crecen más de 3,000 excelentes plantas de mucha importancia, cifra que representa una décima parte de las especies con las que China cuenta hoy en día.
La excelente vegetación y el agradable clima han creado en Emeishan un maravilloso paraíso natural para el hábita de la fauna salvaje que allí abunda. En dicha zona montañosa habitan más de 2,300 especies deanimales, entre ellos se encuentran los dos tipos de pandas, el gigante y el menor.
La Montaña Emeishan, catalogada por el budismo como uno de los cuatro lugares sagrados de nuestro país, ocupa una posición muy elevada en ese sector religioso. Se dice que dicho lugar era el sitio donde el Buda Samantabhadra celebraba los ritos budistas.
El budismo, se introdujo en la región de Emeishan en el primer siglo de nuestra era. Tras el desarrollo registrado en los 2,000 años aproximadamente transcurridos, la religión ha dejado un rico patrimonio cultural budista. Actualmente en la región existen alrededor de 30 templos, de los cuales el Wanniansi se coloca dentro de los ocho más famosos.
El Templo Wanniansi, construido en el siglo IV, se nombró originalmenteel Templo de Samantabhadra, donde la edificación más famosa la constituye una sala de ladrillos sin ninguna viga horizontal. A pesar de los incontables sismos registrados durante el transcuro de más de 400 años, la sala se ha conservado perfectamente, sin haber sufrido daño alguno, algo milagroso, pocas veces visto en la antigua arquitectura china. En el techo interior de dicha sala se observan pinturas dibujadas muy finamente, en los nichos colocados de forma redonda se veneran en total 307 budas de hierro y, la estatua de Samantabhadra encima de un elefante, considerada el tesoro emblemático de la Montaña y realizada con una técnica muy depurada, fue esculpida en el año 980 y posee un peso de 62 toneladas.
Además, las Artes Marciales en Emeishan constituyen una de las tres escuelas de Wushu más importantes de China, gozando de un alto prestigio tanto dentro del país como en el extranjero. Estos ricos patrimonios culturales han añadido más valores a la Montaña Emeishan que a cualquier otro lugar paisajístico de nuestro gigante asiático.
Su construcción total alcanza los 71 metros de altura, su cabeza posee 15 metros y sus dos orejas, 7 de largo cada una y el ancho entre los dos hombros, tres metros. Esta obra tiene la misma altura que la Montaña y pisa a uno de los tres tres ríos que atraviesan el lugar. Se trata de un verdadero colosal y a la vez, de la mayor figura tallada en un peñasco.
Por todas sus características y magníficas condiciones, la Montaña Emeishan y el Gran Buda en Leshan, fueron ambos incluidos en la lista de los patrimonios mundiales de la humanidad en el año 1996.

martes, 26 de junio de 2012

Huanglong (Chengdu)





Huanglong

  es una zona de interés escénico e histórico que se encuentra en el condado de Songpan, Chengdu, provincia Sichuan.
Huanglong es una de las áreas escénicas de las elevaciones más altas de China. Tiene una altura más de 3000 metros arriba del nivel del mar y con una superficie de 700 kilómetros cuadrados.


La zona de paisaje de Huanglong, al pie del pico Xuebao, el principal de las montañas Minshan en el distrito de Songpan de la provincia de Sichuan, debe su nombre al monasterio budista Huanglong (dragón amarillo).
Se trata de un desfiladero de calcificación, de siete km de largo por unos 300 metros de ancho, y rodeado de bosques y nevados. En el valle descienden cuesta abajo más de tres mil lagos de travertino entre grandes y pequeños, con superficies variadas de 1/15 hectáreas al tamaño de un cuenco. Las paredes de estos lagos o charcos son de amarillo jade y tan hermosas que la gente los apodan de “lagos caídos del cielo”.
Al entrar en el sector de visita, se sube por las pasarelas entarimadas para los turistas. Divisando abajo desde la mitad de la montaña, se admira un mundo variopinto como de fuegos artificiales en una fiesta.

El lago Wucai (cinco colores) no es grande y parece un mosaico de cromos distintos, con tonos cambiantes. Ante el visitante se descubren colores nítidos: anaranjado, verde pavo real, rojo ágata, violeta uva...
Cuando alguien sube a la plataforma de observación, le salta a la vista un panorama maravilloso: los lagos y charcos redondos, altos y bajos, están escalonados como terrazas y llenos de agua quieta. Sus bases, conectadas, trepan unas sobre otras. Sin grietas evidentes en las paredes exteriores de los lagos, no hay infiltración de uno a otro, pero el agua se desborda y cae en los de abajo.
A vista de pájaro, el desfiladero se asemeja a un enorme dragón amarillo al vuelo en medio de las selvas inmensas. Los lagos de colores parecen ser sus escamas, en contraste vivo con los bosques verdes y los celajes policromos. La Feria Monástica aquí, del 12 al 15 del sexto mes lunar, es espectacular. La zona de paisaje de Huanglong es una perla brillante en la altiplanicie del noroeste de Sichuan, al igual que la de Jiuzhaigou. En 1991 fue incluida en la Nomenclatura de Herencia Natural Mundial por la UNESCO
El área escénicas de Huanglong consiste de la zona ajardinada y el Valle Muni, es un área hermosa con sus vistosas terrazas formadas por depósitos de calcita, así como diversos ecosistemas forestales, picos coronados de nieve, cascadas y fuentes termales. Es un lugar ideal para los amantes de la fotografía y el arte para dejar volar la imaginación y para obtener unas fotografías únicas a la par que reales.

Huanglong

  es también el hábital de recursos de floras y varias especies en vías de extinción, incluyendo el panda gigante y el mono dorado de nariz chata. Huanglong tiene un total de 1500 especies elementos diferentes de plantas, flores y árboles. 

ESTO ES CHINA